Todos los emprendedores piensan que su mayor problema es no vender.
Pero eso es mentira.
Lo que te impide ganar visibilidad o más clientes en internet es la falta de claridad.
Hoy estás haciendo una cosa, mañana otra. Y pasado, cuando ves a un colega que le va re bien en redes sociales o escuchás a un gurú que te dice que ha encontrado un nuevo remedio mágico, ahí vas de cabeza.
Y la realidad de todo esto es que solo estás dando palos de ciego.
Porque no tenés claro qué estrategia de todaaaaas las que existen es la mejor para tu situación. Y caés en intentar hacer todo a la vez sin tener claro por qué.
Pensalo un segundo...
¿Todos los sistemas de venta valen para todo el mundo?
Claro que no.
Algunos son mejores para conseguir ingresos regulares.
Otros van bien cuando tenés poca inversión.
Y los hay específicos para cuando el objetivo es solo validar un producto/servicio.
Es como comprar un coche.
No comprás el mismo cuando acabás de sacarte el carnet de conducir, que cuando tenés familia, o lo que te interesa es recorrer el mundo.
Distintos objetivos, distinta estrategia.
El problema es que mientras con el coche sí tenés criterio para elegir porque sabés lo que querés, con tu negocio online no.
No sabés elegir entre todas las estrategias que hay porque te falta perspectiva
Y lo peor es que veía como otros profesionales ganaban muchísimo más que yo, tenían una gran autoridad en el sector y sus comunidades eran enormes.
¿Qué estaba haciendo mal?
No paraba de trabajar, tenía un blog, me movía en redes sociales, hice campañas de Facebook Ads… pero seguía encerrada en un círculo vicioso.
La falta de criterio me hacía dar palos de ciego y probar todo lo que pillaba, hasta que un día me paré y di un giro de 180 grados a mi negocio.
Decidí formarme de manera intensiva en marketing digital (he hecho varios másters y decenas de cursos), y ahí vi que lo que me faltaba era definir una estrategia.
Tenía clientes, pero cobraba muy poco, todos me regateaban y me ponían problemas.
Y de ahí el que estés trabajando tantas y tantas horas sin conseguir avanzar (y en algunos casos, perdiendo dinero).
Como te pueda estar pasando a vos ahora, hace varios años yo me encontraba igual estancada con mi negocio.
Intentaba subir tarifas, pero me rechazaban los presupuestos.
Trabajaba hasta 14 horas diarias, pero no avanzaba.
Una estrategia con la que poder crear una hoja de ruta clara.
